Se llamaba María Virginia Aurora Allende Calace y tenía 37 años. Nació en La Plata el 25 de julio de 1939. En marzo de 1958 ingresó al Profesorado en Historia de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata luego de realizar sus estudios en la Escuela Normal Nacional N° 2 «Dardo Rocha» y egresó el 20 de diciembre de 1963. Ingresó al Liceo Víctor Mercante en julio de 1962 siendo Maestra Normal y estudiante del cuarto año del Profesorado de Historia. Se desempeñó en el cargo de celadora interina con funciones de Asistente en el departamento de Historia y Geografía, entre 1962 y 1965. En 1964 ingresó en el cargo de Profesora de Historia en el Colegio Nacional «Rafael Hernández». En marzo de 1965 comenzó a trabajar como Ayudante Diplomada en la cátedra Historia Americana II y durante 1971 y 1972 fue Profesora adjunta interina de la materia. También se desempeñó como docente en el Instituto Carlos Vergara. Y, además, fue designada Profesora titular por concurso desde 1966 en el Liceo Víctor Mercante, donde licenció sus horas durante el año 1968 para realizar estudios de especialización en Chile y terminó renunciando en 1971 por esa misma razón. En 1970, en ocasión del acto en conmemoración de la muerte de Manuel Belgrano, escribió un discurso para el Liceo reflexionando sobre el sentido de la Historia y el papel de la juventud, interpelando a las y los estudiantes del último año del Liceo en tanto privilegiados en el contexto que les tocaba vivir y citando la pedagogía de Paulo Freire al plantear que “la conciencia crítica debe ser una tarea mutua entre docentes y alumnos”. En 1973, Virginia se reincorporó en el Liceo y participó de una consulta de las autoridades de la UNLP dirigida a las y los profesores con el objetivo de reformar los planes de estudio. En su aporte proponía una distribución de asignaturas por áreas, criticando la visión positivista de la historia y la mirada enciclopedista de la enseñanza, planteando además que las asignaturas de ciencias sociales debían pensarse como “instrumentos de descolonización”. El proceso de reformas quedó inconcluso en tanto comenzaron a actuar en la Universidad grupos de la derecha peronista como la Concentración Nacionalista Universitaria (CNU), hasta el cierre y la posterior intervención de la UNLP. A fines de 1974 Virginia fue limitada en sus horas en esta escuela y finalmente renunció a principios de 1975. La interventora de la Facultad de Humanidaes limitó su cargo por medio de una resolución a partir del 31 de marzo de 1975. Había pertenecido a la Guerrilla del Ejército Libertador (GEL) y luego a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Al momento de su desaparición, Virginia militaba en el Partido Revolucionario de los Obreros Argentinos (PROA) y en la Comisión Argentina de Derechos Humanos (CADHU), encargada de enviar denuncias al exterior sobre los asesinatos y desapariciones. El día 15 de Junio de 1977 fue secuestrada en el domicilio que compartía con Alicia Contrisciani en el barrio de Palermo de Capital Federal. Este hecho se dio en el marco de un operativo contra la organización PROA entre los días 11 y 16 de junio en el que fueron secuestrados Héctor Bellingeri, Carlos Alberto Arias, Liliana Gaietti, Ignacio Ikonikoff, Blanca Haydeé Altman, Gloria Veinstein, María Virginia Allende, Alicia Contrisciani, José Voloch, José Tocco y Haroldo, Fabián y Luis Logiurato, todos pertenecientes a la agrupación PROA. En septiembre del mismo año Virginia fue vista por ex-detenidos junto a Liliana Galletti en el Centro Clandestino de Detención “Pozo de Banfield”, de acuerdo a testimonios presentados en los Juicios por la Verdad. Por su caso fueron condenados numerosos imputados en la causa denominada «Jefes de Área», ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°5 de Capital Federal, en diciembre del año 2009. Actualmente, en 2022, su caso está incluido en el Juicio «Brigadas». María Virginia Aurora continúa desaparecida. Su legajo como docente de la Facultad de Humanidades y del Liceo Víctor Mercante fue reparado mediante la resolución N°500 en el mes de marzo de 2019 y Nº2902 del mes de mayo de 2019. Su legajo como docente del Colegio Nacional «Rafael Hernández» fue reparado mediante la resolución N°1201/23 del mes de noviembre de 2023.
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