Se llamaba Dardo Manuel Cabo Campano, era conocido como «Flaco» o «Lito». Nació el primero de enero de 1941 en la localidad de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, y de niño se mudó con su mamá a la Ciudad de Buenos Aires. Su padre, Armando Cabo, era trabajador metalúrgico y fue uno de los tres Secretarios Generales de la CGT durante la primera presidencia de Perón. A comienzos de la década de los ’60 fue uno de los fundadores del Movimiento Nueva Argentina, de tendencia peronista, nacionalista y revolucionaria. El 28 de septiembre de 1966 comandó junto con María Cristina Verrier el «Operativo Cóndor»: secuestraron un avión de Aerolíneas Argentinas, lo aterrizaron en las Islas Malvinas y emplazaron la bandera nacional, reivindicando simbólicamente la soberanía sobre las islas y provocando al gobierno de facto. María Cristina se convertiría más adelante en su esposa y madre de su hija, María. Militante de la Juventud Peronista, en la década de los ’70 se unió a la organización armada Descamisados, que luego formaría parte de Montoneros. Allí fundó y dirigió la revista El Descamisado, una publicación semanal de actualidad política. Dardo estuvo preso, detenido o en la clandestinidad gran parte de su vida. En abril de 1975 fue detenido en una parrilla en Morón y puesto a disposición del PEN junto a otros compañeros, acusados de estar esperando una parte del pago por el secuestro de los hermanos Born. Fue visto por ex-detenidos en la unidad penal n°2 de Devoto. El 5 de enero de 1977 estaba detenido en la Unidad Penitenciaria N°9 de la Ciudad de La Plata, bajo la dirección de Abel Dupuy, cuando le avisaron que sería trasladado junto con su compañero Roberto Rufino Pirles al penal de Sierra Chica, ambos manifestaron su preocupación de que algo pudiera sucederles. La madrugada del 6 de enero fueron asesinados en la Ruta 215, al sur de la localidad de Brandsen junto con otros 4 compañeros: los hermanos Perdighé, Segundo Villagra y Félix Escobar. Los fusilamientos se registraron oficial y falsamente como un enfrentamiento e intento de fuga por parte de detenidos. El 11 de enero su cuerpo fue entregado a su madre, Blanca Azucena, para su inhumación en el cementerio de Avellaneda. El caso de Dardo Manuel encontró justicia en noviembre de 2010, en el marco de la causa judicial de la Unidad Penal 9.