Se llamaba Camila Elizabeth Azar Amado. Nació en La Plata el 16 de diciembre de 1955. Creció junto a sus hermanos familiarizada con el lenguaje de las leyes y, según relatan sus allegados, decidió estudiar Derecho en la Universidad Nacional de La Plata porque sabía que como abogada podría devolverle los derechos a los desposeídos. Era militante de la Juventud Universitaria Peronista y su hermana la describe como una persona muy sociable y amiguera, una gran líder. Fue secuestrada alrededor del 20 de diciembre de 1976, días en los que muchos de sus compañeros fueron detenidos también, entre ellos su amiga Silvia Isabella Valenzi. No se ha podido reconstruir aún su paso por centros clandestinos de detención, pero en septiembre de 2011 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó sus restos inhumados como NN en el Cementerio municipal Isidro Casanova. A partir de esa investigación se supo que fue asesinada en la madrugada del 5 de enero de 1977 y fue hallada sin vida en la vía pública de la localidad de Ramos Mejía junto con otras 10 personas, entre ellas Marcos Miguens y Carlos Williams. En octubre de 2011, con la restitución de sus restos, Camila fue homenajeada por su familia y amigos que encontraron algo de reparación entre tanto dolor. Su caso aguarda justicia.